El cólera es una infección intestinal aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados por la bacteria
Vibrio cholerae. Tiene un periodo de incubación corto, entre menos de un día y cinco días, y la bacteria produce una enterotoxina que causa una diarrea copiosa, indolora y acuosa que puede conducir con rapidez a una deshidratación grave y a la muerte si no se trata prontamente. La mayor parte de los pacientes sufren también vómitos.
Enfermedad
que acabó con la vida de muchos, puso en riesgo la de otros, contamino y se volvió epidemia en casi todo Haití y en varios sectores y
provincias de República Dominicana, dejó huérfanos a muchos niños
haitianos y a unos cuantos dominicanos, así, como a padres sin hijos y familias
destruidas por sus trágicas consecuencias. Esta puso fin a la
existencia sobre la tierra de determinadas personas.
Dicha
enfermedad surgió en Haití después de aquel aterrador terremoto que vivió este país
el pasado 11 de enero del 2010, tras ser destruido gran parte de su territorio,
no obstante la pobreza, la miseria, el hambre, la muerte y el abandono, el
brote de enfermedades y contaminación salió a la luz para empeorar su
situación.
Para huir de su suerte los haitianos deciden
desplazarse a terrenos dominicanos, (sin importarles el rechazo y el desprecio
que allí se siente hacia ellos) trayendo consigo dicha enfermedad y expandiéndose por gran parte del país.
El primer caso de cólera conocido se
produjo el 15 de noviembre de 2010, en la zona de Higuey, al este
del país, donde fue hospitalizada una persona de nacionalidad haitiana presentando los síntomas.
Después de la entrada de este primer
caso hasta el año 2013, no se dejaron de escuchar los casos de cólera en el país,
donde se registraron más de 66 muertes por causas de este mal según informa
el ministerio de salud pública
Los reportes de la autoridades
sanitarias indicaron que Los barrios afectados pertenecientes al distrito
nacional han sido, la Ciénaga la Barquita, el Ensanche La Fe, Vietnam, la Zurza, los Cocos, Isabela
entre otros y las provincias son San Pedro de Macorís, San Cristóbal, Elías
Piña, San Juan de la Maguana,
El Cercado, Santiago, Azua, Bahoruco, Independencia, La Altagracia, Pedernales
y
Montecristi.
Montecristi.
Entre los hospitales públicos con mayor número de pacientes
afectados se encuentran el Santo Socorro, el Francisco Moscoso Puello, Luis
Eduardo Aybar, donde la cifra sobrepasó las 40 personas, la maternidad San
Lorenzo de Los Mina, Antonio Musa, de San Pedro de Macorís, Juan Pablo Pina, de
San Cristóbal y por último el José María Cabral y Báez
de la ciudad de Santiago. En estos ya se han registrado muertes.
La señora Yajaira Faña residente en Santo Domingo afirmó en ese entonces que en ocasiones fueron engañadas personas que tenían la enfermedad, diciéndoles
que padecían de ameba, solo con la intención de no alborotar a la población.
A esa situación
desalentadora que vivió la República Dominicana el Ex-Ministro de Salud pública,
Bautista Rojas Gómez, exhortó a tener cuidado en la zona rural, por su
vulnerabilidad a la enfermedad, dada la escasez de agua potable, de personal de
salud y centros asistenciales.
Asimismo sugirió a la población a seguir las recomendaciones
sanitarias ante las lluvias que se puedan registran en el país, porque podría también provocar brotes de dengue, malaria, leptospirosis y enfermedades
gastrointestinales.
A toda esta polémica que sobrepasó el pueblo dominicano,
sus pobladores solo tienen fé de que esa epidemia no vuelva a afectar y que las
autoridades sanitarias, sigan colaborando en la descontaminación de cañadas y ríos
que los rodean.
Publicada por: Romely Natalia Capellán Hernández
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